Hace frío y eso se nota hasta en la cultura. Y no es por que el frío congele la creatividad, pero la crisis amenaza con devorarlo todo.
Hasta este mes de octubre no se había percibido el impacto de la crisis económica en la vida de las asociaciones locales. En lás últimas semanas, un persistente goteo de bajas en actividades culturales ha puesto de manifiesto que el paro está creciendo de manera alarmante y que las familias han empezado a recortar gastos por donde menos falta hace. Como siempre, son la educación y la cultura las hermanas pobres de la fiesta.
Parece que la cosa va para largo, así que será mejor no abordar proyectos que requieran financiación a medio plazo ya que debería ser prioritario consolidar la situación financiera de las asociaciones antes que cualquier otro objetivo. En estas circuntancias, lo más prudente sería destinar al gasto corriente la subvención que nos ofrece el Patronato de Cultura, que vendrá lógicamente mermada.
Como dice un viejo amigo: “Aguanta perro, que la noche es larga”.
Hasta este mes de octubre no se había percibido el impacto de la crisis económica en la vida de las asociaciones locales. En lás últimas semanas, un persistente goteo de bajas en actividades culturales ha puesto de manifiesto que el paro está creciendo de manera alarmante y que las familias han empezado a recortar gastos por donde menos falta hace. Como siempre, son la educación y la cultura las hermanas pobres de la fiesta.
Parece que la cosa va para largo, así que será mejor no abordar proyectos que requieran financiación a medio plazo ya que debería ser prioritario consolidar la situación financiera de las asociaciones antes que cualquier otro objetivo. En estas circuntancias, lo más prudente sería destinar al gasto corriente la subvención que nos ofrece el Patronato de Cultura, que vendrá lógicamente mermada.
Como dice un viejo amigo: “Aguanta perro, que la noche es larga”.